miércoles, 9 de octubre de 2013

El otro día me encontre con un compañero del secundario

Era una mañana húmeda y fresca en la ciudad de Buenos Aires, acompañada de una leve llovizna. Y ahí estaba W, caminando con su ipod en plena avenida Rivadavia para tomar el colectivo mientras se preguntaba así mismo lo mismo que se preguntaba todos los días de lluvia << ¿Porque mierda la gente busca los lados techados para caminar si tienen el puto paraguas? >>

Personalmente el prefería no usar paraguas y caminar siempre por los dados donde mas caía la lluvia. Si habia algo que le gustara mas que la sensacion del viento azontandole la cara era la lluvia, y si a esto lo acompañaba con un poco de música era impagable.

En dos ocaciones vio que dos personas le estaban hablando pero debido a los auriculares, escucharlos le resultaba imposible aunque realmente por la apariencia de los jóvenes y las medias que llevaban en las manos que poco falto para que se la pongan un poco mas en la cara, no necesitaba saber que le estaban diciendo "¿eh amigo no me compra un par de medias?". Así que no les dio ni cinco de pelota.

<< Tendría que haberles comprado un par al menos- se arrepintió después - solo tengo dos pares y estos los llevo puestos una semana entera, y ahora están mojados. >> Lo único que no le gustaba de la lluvia era cuando pisaba una de esas baldosas traicioneras que lo salpicaba de agua sucia al pisarlas.

Llego a la parada del colectivo y noto que la lluvia caía ahora con mas fuerza. Alzo la vista tan solo para encontrarse con un pálido cielo gris y unas gotas se le estrellaron en el rostro.

Cuando volvió a bajar la mirada noto que había un joven de espaldas delante suyo, seguramente, también esperando el colectivo. No lo había visto antes, seguramente por estar demasiado metido en su musica.

Seguramente fua la costumbre de mirar hacia atras cuando estamos en una parada de colectivo , sin nada que hacer, sin nada que nos ayude a matar el tiempo, lo que hizo girar hacia atras al joven para encontrarse de cara con W. Sus miradas se encontraron y W reconoció al muchacho al instante, manteniéndose siempre inexpresivo e indiferente, caso contrario al otro joven que abrió los ojos como platos como si W fuera vestido de Power Ranger.

- ¡No lo puedo creer! ¡Tanto tiempo che! ¡Me muero!-Dijo el joven con exaltacion. W habia logrado pausar la musica justo en el momento antes de que el muchacho empezara a hablar, presionando el boton de "pause" por debajo del bolsillo del pantalon como hacia siempre en estas situaciones
-Hola. -contesto a lo que a el le parecio que fue un saludo.

Se trataba de uno de los antiguos compañeros del secundario de W; y mas que un "hola" o "chau", no recordó tener ningún otro tipo de trato con este sujeto que lo miraba y lo había saludado como si se tratara de su mejor amigo de la infancia que no veía hace veinte años y pensaba que habia muerto.

-¿Hace cuanto que no te veo chabon? -pregunto con la misma exaltacion. W sentía que sus pelotas comenzaban a inflarse.
-Desde el ultimo día de clases, hace ya bastantes años.
-¿Posta? -pregunto arqueando las cejas, soprendido-. No lo puedo creer.
-¿De verdad? tampoco es que nos pasamos todos estos años buscando la forma de hacer contacto el uno con el otro. Nosotros no eramos amigos- dijo finalmente de forma rotunda-.
-¡Eh, pero que mala onda che! -protesto el sujeto, siempre manteniendo ese tonito amistoso, irritante- Pero bueno contame, ¿que es de tu vida?
<< Ya tenia que salir con esa pregunta el muy idiota >>-penso W-. Nunca le habia gustado que le preguntaran aquello ni que indaguen sobre su vida. Mucho menos gente con la que no tenia trato hace años y le daba igual que este viva o muerta.
-Todo bien-contesto. No le iba a preguntar como estaba la suya, francamente le hubiese interesado mas la vida del mendigo que estaba pidiendo monedas en la esquina que la de aquel joven-.
La molesta sonrisa del sujeto se desvaneció por completo, como soprendido al ver que su querido amigo del secundario no se puso a saltar en una pata al verlo.
-Bueno, parece que te agarre en un mal día -dijo-.
-Nada de eso, me saludaste y yo te devolví el saludo- Ya se empezaba a preguntar porque tardaba tanto el bendito 36-. Si, fuimos compañeros en el secundario-afirmo-. Ahora nos encontramos después muchos años por una mera casualidad ¿y que? ¿pretendes que nos tomemos de la mano y que caminemos juntos hacia el atardecer?. Disculpa si estoy hiriendo tu suceptibilidad al no preguntarte que fue de tu vida, pero realmente no me intereso cuando concurriamos a la escuela, ¿poque iba de hacerlo ahora?
El joven no contesto mas que con una leve sonrisa despectiva, volvio a girarse y no volvio a mirar hacia atras.
Finalmente llego el 36 y una vez dentro busco uno de los asientos individuales ,se sento, y no dejo de esuchar musica ni cuando bajo. No vio a su antiguo compañero en el colectivo, ni lo vio bajar.


Encima a los pocos días me entero que había organizado una reunión tipo reencuentro con la gente del secundario y a mi no me invito. Siempre supe que era un garca.

No ir al viaje de egresados: La puta madre pasaron tantos años y hasta el día de hoy sigo pensando que fue una de las mejores decisiones que tome en mi vida.