domingo, 4 de septiembre de 2016

El amor es perjudicial para la salud

Por mucho que tratemos de ocultarlo, todos tenemos un lado tierno dentro de ese universo de elementos ilimitados que constituyen nuestro ser. Y esto se debe a que por naturaleza, el ser humano es un ser sensible. Tratar de convencerte de lo contrario no solo es engañarte a vos mismo sino que también es estúpido.

El ser humano insensible no existe. Todos, inevitablemente, sentimos algo por alguien. Ya sea cariño, lastima, aprecio, indiferencia, odio o hasta el dichoso amor; que es el tópico del que va a tratar el siguiente artículo, más precisamente de lo que vendría a ser el amor en la vida en pareja. 


Porque ahora parece que por alguna razón, se pusieron de moda los sentimientos.

Si, ya sé, seguramente estarás pensando “¿Y vos W que podés saber del amor en la vida en pareja si sos un sorete?” Pero esto no tiene que ser necesariamente asi. Como ya explique más arriba, desgraciadamente inevitablemente y como parte del tedioso proceso que conlleva ser una persona en toda su magnificencia, todos sentimos algo por alguien. Incluso yo, o vos, ahí con el celular al lado esperando fútilmente que esa persona que tanto te gusta te mande un triste mensaje de Whatsapp para saber si seguís vivo o finalmente dejaste de respirar.
¿Es así o no? No me equivoco, todos en algún momento de nuestras vidas experimentamos problemas de esta índole. Y por supuesto que esto clasifica como “tener sentimientos por alguien” solo que en esta ocasión, los mismos no son correspondidos y vos terminas aplastado bajo el peso de las ilusiones que vos mismo generaste.

Pero bueno este artículo no es para hablar de relaciones fallidas sino para meternos de lleno en lo que es la vida en pareja, y para eso es menester que hablemos del amor, lo que nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué es el amor?

Hoy en día y basándonos en un enfoque pura y exclusivamente contemporáneo podemos decir con certeza que el amor consiste en dos personas que están todo el día con el celular mandándose mensajes y stalkeandose como dos psicópatas.

Algo tan básico como el buenos días fue remplazado por un tedioso interrogatorio donde cada una de las respuestas será milimétricamente cronometrada a fin de saber qué es lo que está haciendo el otro, en donde, con quien, y cuanto va a tardar en hacer lo que sea que este haciendo.
Las charlas rutinarias que por lo general se utilizan para desear un buenos días ya no pueden consistir en un “Buenos días amor.” “Hola gorda ¿Qué hacías?” “Acá, laburando ¿vos?” “Igual, ¿nos vemos hoy?” “Si si, te dejo porque estoy trabajando.” “Ok.”

Desde luego que no, ahora algo tan simple como eso fue remplazado por esto:

“Hola amor, como estas?”
 

“Bien amor, vos?
 

“Bien, bien, sabes que a comparación de ayer me respondiste con 0.2 segundos de retraso. ¿Paso algo?”
 

“No, debe ser que como estoy en el subte no agarra bien la señal.”
 

“Ah, mira, estas en el subte, que raro porque siempre vas en colectivo al trabajo. ¿Pasó algo?”
 

“Salí tarde y se me complicaba para llegar al laburo.”
 

“Ah, mira, ¿Pero como saliste tarde? ¿No venís de tu casa?”
 

 “Si, pero me levante tarde.”
 

“Ok, igual ¿puede ser que estas un poco enojada?”
 

“No ¿por?”
 

“No nada, estas como rara, porque por lo general usas más caracteres para hablar.”
 

“Mira Gustavo, la verdad que no estoy enojada pero me estas empezando a romper un poco las pelotas.”
 

“Bueno gorda, pero no te pongas así, te amo.”
 

“Bueno pero sabes que me jode cuando te pones en pesado.”
 

“Perdón, pero bueno ¿entonces no estas enojada?”
 

“No.”
 

 “Igual mira, estas re cortante para responder, si estas enojada o estas saliendo con otro por lo menos decímelo”.
 

“Gustavo.”
 

“¿Que?”
 

“No me estoy garchando a nadie.”
 

“Bueno pero entonces estas enojada.”
 

“Anda a la puta que te pario.”

Esta patología que denominaremos El síndrome del forro se genera a partir de una serie de inseguridades que tiene la persona, que si bien yo para dar el ejemplo tomo la figura del hombre también se aplica a las mujeres. La falla está en la falta de esa célula conectada al cerebro que sirve para decirte flaco, estas siendo demasiado molesto.

Lo peor es que cuando el nivel de cursilería y empalagosidad se traspasa también a la pareja, y entonces no tenemos a dos personas molestas sino a dos.
Dos personas que vos conocías, amigos tal vez, que de repente y poco a poco empezás a ver que sus vida se simbiotizan. Al punto enfermizo de que ninguno puede hacer o ir a ningún lado sin el otro.
Te vas a empezar a dar cuenta por ejemplo cuando les veas el celular. Vas a notar que los muy idiotas se van a tener agendados como “Amor” y en Facebook los dos van a tener una foto de perfil con el otro. Te vas a dar cuenta también que encima de cursis, son básicos y cuando vas a empezar a sentir las primeras arcadas.

Es importante que sepas que de tener un amigo que este empezando a dar sus primeros pasos en esta senda de mediocridad y demostraciones de afecto innecesario, sin importar cuantos años de amistad los una, la misma quedará automáticamente anulada en el momento en que el susodicho entre de lleno en esta etapa, la más peligrosa de todas: el hombre enamorado. Porque como bien dicen por ahí, hombre que se enamora, es hombre muerto.
Atrás quedaran las charlas legendarias acompañadas con una pizza y una buena cerveza fría.

Para entonces, el parasito habrá tomado total y absoluto control del cuerpo y apenas lograras reconocer a tu amigo. Ahora, tan solo un mero esclavo de este parasito denominado amor.



Y si sos mujer lo mismo. Da por terminadas las juntadas para ir a comprar zapatos porque ahora tu amiga tiene dueño y solo te va a hablar para que la consueles cuando el pibe la cague o la maltrate, porque encima de traidora la muy boluda va ir y se va a poner de novia con un salame.
Y vos como amiga de fierro que sos vas a estar ahí para decirle al igual que en las otras veinte o treinta veces anteriores que lo deje, que el pibe es un boludo y no va a cambiar. Pero tu amiga presa de aquella mezcla de sentimientos que la han aplastado, sin importar lo que le digas le va a creer al novio y va a volver con él.
Y como buena amiga que sos, te vas a poner mal por ella, porque es tu amiga y la querés. Y justamente porque la querés, cuando se vaya para volver con el novio y perdonarlo después de haberse tomado por trigésima vez uno de aquellos famosos “tiempos”, vas a desear que cuando cruce la pise un auto así finalmente deja de sufrir, sale de ese círculo vicioso y vos tal vez puedas dormir la siesta en paz sin que nadie te joda la existencia.

Muchas veces lo peor en estas relaciones no es el exceso de afecto, cuando este se vuelve desmedido al punto de llegar a la obsesión, sino cuando la relación se murió hace tiempo y ni el ni ella se dan cuenta y por una cuestión de costumbre y comodidad siguen juntos, incapaces de salir de la prisión que ellos mismos crearon donde no solo están atrapados ellos, sino también nosotros, vos, como amigo tratando de ayudar te ves condenado a escuchar las divagaciones del flaco sobre la mina, sus idas y vueltas cuando vos sabes perfectamente que la mina no lo quiere. Pero a su vez, por una cuestión de inercia, ella tampoco lo deja.

Y es en este tramo final donde concluimos que el amor lo único que hizo fue destruirlo todo. Los consumió como un virus mortal y en donde antes habían dos personas que ponele que se querían, ahora hay dos despojos humanos incapaces de librarse de esa cárcel que ellos mismos construyeron. Y vos estas ahí, como un alma en pena, desempeñando el papel de amigo y la nefasta tarea de tratar de establecer un equilibrio entre dos desequilibrados.

¿Y que podes hacer vos llegado el punto de encontrarte en esta situación? Fácil. La clave es no sucumbir ante la sumisión, tené en cuenta que cuanto mas das, peor es. Una vez que le dijiste “te amo,” fuiste. Vas a empezar a dejar a tus amigos de lado y a vos mismo, absorbido en una relación en donde si lo entregas todo sos un pesado, pero si querés poner un poco de espacio, no te interesa la relación. Entonces vos, sin darte cuenta, dejas de ser un ser humano y pasas a ser un espectro.

Por eso mi consejo es que no se enamoren, o de ultima no le digas “te amo,” un “me pareces copada” es igual de afectuoso y a la larga te evita muchos problemas.

Si el articulo te gusto, sentís que de alguna forma modifico el curso de tu existencia y/o consideras que ahora sos una persona espiritualmente superior, te pido que lo compártas.


Buena semana.



1 comentario:

  1. W maldita sea justo ahora estoy enamorado kill me please

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