viernes, 10 de julio de 2020

Winter Has Come

Si sos como yo y preferís mil veces las temperaturas frías por sobre las insufribles temperaturas volcánicas con la que nos suele castigar esa cruel estación llamada verano. Seguramente en algún punto de tu existencia te habrá tocado lidiar con el boludo de turno que sufre el invierno, al punto de odiar su vida y por sobre todo a vos. Ya que está al tanto de tu simpatía por esta fría estación. Y que al llegar la misma no puede esperar a verte una campera y una bufanda puesta para preguntarte:

"¡AAH! ¿No era que te gustaba el invierno? ¿QUE HACÉS CON UNA CAMPERA PUESTA ENTONCES?"

A parte te lo dicen en un tono de lo más triunfante. Como si la perspectiva de que vos estés sufriendo lo mismo que ellos les generara algún tipo de placer o satisfacción.

Entonces vos te quedás mirándolo. Sin palabras, al tiempo que intentas digerir la pelotudez que acaba de decir sin tener que matarlo el proceso.

Si, genio. Me gusta el invierno. A veces, por las noches, mientras el resto llora debajo de una frazada, a mí me gusta a caminar acompañado de una buena selección de temas para escuchar. Por lo general el OST algún videojuego o serie. 
Pero para hacer esto obviamente que primero me tengo que abrigar. Porque de ninguna manera el simple hecho de que me guste el invierno me vuelve automáticamente inmune al frío.

Si salgo a la calle y no tomo las precauciones básicas lo más probable es que me agarre una pulmonía. O algo peor. Que se me congelen las neuronas y después termine como vos. Haciendo este tipo de planteos que sobrepasan cualquier tipo de barra que sirva para marcar que tan estúpida sea una sentencia.

No obstante, tengo que reconocer que este año el invierno se me está haciendo significativamente más difícil de llevar. Aunque no es de extrañar si tenemos en cuenta la situación actual que nos prohíbe de realizar un gran numero de actividades que solemos llevar a cabo en nuestra vida cotidiana.

A mí por ejemplo, si bien me encanta salir a caminar por el parque por las noches, algo que siempre me dio paja fue correr. Por más que le quiera poner onda y me lleve el MP4 me resulta una tarea casi tortuosa. De hecho es hasta peor. Porque al usar auriculares estos o se te enredan, o se te pegotean. Y a veces es una combinación de las dos cosas. 
En donde a medida que uno va corriendo siente ese tirón molesto de los auriculares como si fuesen dos anclas gigantes, y la experiencia se torna bastante molesta. 
Y ese caso no hay OST de Sonic que valga.

Entonces lo que hice fue inscribirme en un gimnasio. 

Admito que desde que me anoté por primera vez en 2007, cada uno o dos años "renovaba" mi inscripción pero a las pocas semanas o un mes como mucho, terminaba abandonando.
Sin embargo los últimos dos años fueron diferentes, ya que estaba yendo prácticamente todos los días. 
Y está bueno, porque a medida que vas y lográs mantener cierta continuidad; los resultados, tanto física como mentalmente comienzan a notarse y se genera un circulo vicioso de motivación. Que hasta incluso te sirve para llevar a cabo una dieta mucho más balanceada.

Y ahora, con la situación actual no puedo ir. Y la verdad que es bastante choto porque últimamente me la paso comiendo porquerías. 

Mi objetivo nunca fue sacar el gran físico, porque sinceramente no me interesa. Pero si me servía para otras cosas. Como por ejemplo enfocar mis ideas para después sentarme a escribir frente a la computadora. 

Además de que es otra forma para mantenerse activo y no acabar consumido por la fatiga y la paja de no querer salir de tu cálida y sensual cama. Que imagino, debe ser la lucha constante de muchos.

En cambio ahora todo me cuesta más. Creo que en los últimos días rompí mi propio récord en tazas de café. Ayer creo que me tomé ocho. 

Con el frío que estuvo haciendo en los últimos días no puedo evitar preguntarme si se repetirá el mismo suceso que hace 13 años, y nuevamente vamos a tener nieve en la ciudad de Buenos Aires.

O no. Tal vez el frío que esta haciendo ahora no es tan fuerte o muy diferente al de años anteriores, pero la falta de actividad física (por más que esta se trate de algo tan simple como caminar hasta la parada del colectivo) hace que el invierno sea mucho menos tolerante.

¿Quien sabe?


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